Lleva con nosotros desde 2015… Apareció cerca de la casa de una voluntaria, tenía una cadena gorda y rota arrastrando de su cuello y los ojos con pus…

Creemos que se escapó, por supuesto no tenía chip… Afortunadamente lo encontramos porque en nuestra zona abundan las peleas de perros y este tipo de razas y sus cruces, son usados para ello.

 

Lleva con nosotros prácticamente toda su vida, en cuanto lo conoces te das cuenta de que no sabe cómo «ser perro», cómo jugar o comportarse con otros de su especie, se ve que estaba encadenado y condenado a la soledad.

 

Durante estos años que lleva desarrolló una enfermedad digestiva que creímos que iba a cobrarse su vida, perdió muchísimo peso hasta quedarse casi en la mitad de su peso ideal, y todo lo que comía hacía que tuviese diarrea líquida. Afortunadamente encontramos una medicación que lo controló hasta el punto en que ahora ya solamente necesita tomar pienso gastrointestinal.

 

Exceptuando su alimentación específica, no necesita nada más que querer y ser querido.

 

Necesita paciencia para que aprenda que la gente nueva no le va a hacer daño y una vez que te has ganado su confianza, tendrás un amigo obediente, leal y cariñoso para toda su vida.

Seguimos trabajando en su socialización.

 

Es un regalo ver cómo le cambia la expresión cuando le ves feliz al vernos, adora que le rasquen y le encanta jugar al 'corre que te pillo' con nosotros.

 

¿Quieres conocerle o apadrinarle/amadrinarle?